Cuando tus rodillas hablen, escúchalas, presta atención a tu cuerpo.
¿Qué seríamos sin nuestras rodillas?
Si nunca te has preguntado esto, piensa por un momento que has dejado caer algo y que en vez de una articulación llamada rodilla tu pierna es rígida y no hay nada, ahora, intenta agacharte con la pierna recta e inmóvil, hecho esto, con seguridad te harás la pregunta planteada antes.
La rodilla es la articulación central de los miembros posteriores e inferiores de los vertebrados y está formada por dos huesos importantes: el fémur en su distal y la tibia en la posición proximal. Dispone de un pequeño hueso llamado rótula que se articula con la porción anterior e inferior del fémur. Está hecha para realizar principalmente movimientos de flexión y tensión, es la articulación más grande del cuerpo.
Al igual que el resto de articulaciones la rodilla es un conjunto de huesos, ligamentos, músculos y tendones que le brindan rigidez y flexibilidad al mismo tiempo. Su principal movimiento es flexoextensión, es decir: flexionarla y extenderla, aunque también posee una pequeña capacidad de rotación cuando se encuentra flexionada. Como pasa con el resto de nuestro cuerpo, las rodillas están expuestas a un contante desgaste físico, traumatismos causados por accidentes o lesiones deportivas y enfermedades degenerativas como la artritis; el sobrepeso también puede ser la causa de problemas en la articulación ya que reciben gran parte de nuestro cuerpo.
Afecciones médicas
Los problemas médicos de la rodilla son diversos, siendo estos los más comunes: Artritis (Artritis reumatoidea, osteoporosis, lupus y gota), quiste de Baker (una hinchazón llena de líquido localizada detrás de la rodilla que puede ser causas de otras afecciones), enfermedad de Osgood-Schlatter (hinchazón dolorosa de la protuberancia en la parte superior de la tibia, exactamente bajo la rodilla), infecciones en articulaciones o huesos de la rodilla.
Lesiones por uso excesivo o traumatismos
Las más comunes son: Bursitis (inflamación a causa de presión repetitiva sobre la rodilla, como arrodillarse por períodos largos), dislocación de la rótula (desplazamiento de la rótula fuera de la articulación), fractura de rótula u otros huesos de la rodilla (traumatismos violentos), síndrome de la banda iliotibial (lesión en la banda gruesa que va desde la cadera hasta la parte exterior de la rodilla), ruptura de ligamentos (traumatismos violentos), desgarro de cartílago (ruptura de meniscos los cuales son una especie de almohadilla sobre los que reposan los huesos).
Ejercicios para evitar el dolor de la rodilla
Los ejercicios que se pueden hacer para aliviar el dolor de rodilla son muy simples, se pueden llevar a cabo en casa o si lo prefiere en el gimnasio, ya que esta es la mejor manera de fortalecer sus músculos y mantenerse mucho más fuerte. Además, las articulaciones de la rodilla se pueden percibir con mucha más flexibilidad y, por lo tanto, ser más saludables.
Ejercicio #1
Sólo tienes que buscar una silla y apoyarte en la parte trasera de esta, luego debes levantar la pierna derecha moviéndola hacia la parte de atrás formando un ángulo de noventa grados y manteniendo las rodillas juntas, esta posición se tiene que mantener por lo menos durante cinco segundos, después de los cuales se baja la pierna muy despacio y se hace el mismo procedimiento con la otra pierna, es importante realizar siquiera de tres a cuatro series de diez repeticiones.
Ejercicio #2
Otro buen ejercicio para aliviar el dolor de rodillas es: acostarse de espalda mientras se mantiene una pierna doblada y la otra debe permanecer derecha sobre el piso, debes levantar la pierna derecha y dejarla en esta posición por lo menos cinco segundos, enseguida la bajas y repites la misma operación con la otra pierna. De este ejercicio se deben hacer también cuatro series de diez repeticiones. Es muy importante que estos ejercicios se hagan de manera suave, sin forzar los músculos y procurando mantener la espalda firme en su sitio.
Ejercicio #3
Parado con la espalda pegada a la pared y los pies un poco separados (a una distancia de más o menos treinta centímetros de la pared), se debe bajar poco a poco hasta quedar casi sentado, tratar de permanecer en esta posición por diez segundos, luego de los cuales se vuelve a subir de manera lenta.Hacer veinte repeticiones cada día será más que suficiente para que las rodillas se vuelvan mucho más fuertes.
Ejercicio #4
Sal a caminar por lo menos durante treinta o cuarenta minutos todos los días,se debe caminar con alguna rapidez y usando unos zapatos suaves que no maltraten los pies, de esta manera la caminata será más agradable y mantendremos la posibilidad de evitar o aliviar los molestos e incapacitantes dolores de rodilla.
Recuerda que es muy importante prevenir este tipo de problemas físicos, para lograrlo se debe mantener una sana y continua actividad física.
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