Ejercicio contra depresión

¿Puede la actividad física ayudarnos a combatir la depresión? En primer lugar, tenemos que explicar qué es esta enfermedad: la depresión se define como el "estado mental que se caracteriza por la depresión severa. La persona se siente sin fuerza, deprimida, sin fuerza y ​​ sufre sentimientos de inferioridad y culpa. Además, otros síntomas que indican depresión incluyen ansiedad e hipocondría.

Si hay algo que destacar, estadísticamente un alto porcentaje de la población sufrirá de depresión moderada en algún momento de sus vidas. Es una de las patologías más comunes en las sociedades industriales modernas y es la primera enfermedad registrada en baja por enfermedad. Se dice que las mujeres parecen ser más vulnerables que los hombres, lo que se asocia con cambios hormonales y, en algunos casos, con influencias sociales. También decir que la incidencia de esta enfermedad en la población aumenta con la edad. Se estima que entre el 12 y el 15% de las personas que viven solas y hasta el 40% al 50% de las personas que viven en dormitorios sufren de depresión leve a moderada.

Entre las soluciones para hacerle frente a esta enfermedad, la actividad física y deportiva ocupa un lugar cada vez más importante. Actualmente, se empieza a plantear como una alternativa frente a tratamientos de carácter contradictorio e indeseable, como pueden ser los fármacos.

Está claro que el ejercicio físico tiene un gran impacto en los niveles psicológicos de las personas, activando varios mecanismos que promueven el estado de ánimo, reducen la ansiedad y la depresión y fortalecen positivamente la autoestima. El tipo de ejercicio físico recomendado para personas con depresión es el siguiente: Por un lado, se recomiendan entrenamientos que apuntan a aumentar la fuerza porque incluyen un aumento en el tono muscular, lo que mejora el estado de ánimo y nos hace más optimistas. Por otro lado, el entrenamiento de fuerza es sorprendente. Su práctica aumenta la secreción de endorfinas, similar a la morfina, que por un lado alivian el dolor y por otro lado tienen un efecto de euforia en el estado de ánimo individual. Además, el aumento del flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno que viene con el entrenamiento tiene efectos positivos en el sistema nervioso central. Al momento de la capacitación, se recomienda hacer esto con acompañamiento, ya que es de gran ayuda y apoyo. Dicho esto, es interesante ver cuánto progreso estamos haciendo en el ejercicio, ya que es una gran herramienta para mantenerse motivado. Según diversos estudios, no es necesario realizar actividad física con gran volumen, aproximadamente 20 minutos o intensidad intensa, pero la frecuencia es importante (cuanto más frecuente, menos probable es que muestre síntomas depresivos). Es suficiente hacer ejercicio aeróbico con intensidad baja o moderada 3-5 días a la semana. Para que el ejercicio tenga beneficios reales, debemos convertirlo en un hábito. Además, tendrá un efecto preventivo, especialmente en personas con predisposición a la depresión, ya que el vínculo entre el ejercicio físico y un mejor estado de ánimo es claro. Un estudio examinó la relación entre la actividad física en la infancia y los síntomas depresivos en la edad adulta y descubrió que los sujetos más activos en la infancia mostraban menos síntomas depresivos.

Por último, decir que al igual que el ejercicio físico supone un gran medio para evitar enfermedades de carácter fisiológico (hipertensión, diabetes). Debemos tomar conciencia de que también se trata de una gran herramienta contra enfermedades de carácter mental, como es el caso de la depresión. El fomento de un estilo de vida saludable y activo, supone una gran medida contra este tipo de enfermedades, y en particular contra la depresión.